Attica no necesita presentación para quienes vivieron la noche madrileña a finales de los 80 y principios de los 90. Fue mucho más que una discoteca: fue un punto de inflexión. Un símbolo. Un templo de la cultura club que marcó a generaciones. Y ahora, en pleno 2025, su nombre vuelve a iluminar la escena: el próximo 27 de septiembre, Attica regresa con una nueva fiesta en LAB Madrid, una cita que promete reactivar la energía que convirtió aquel local de San Fernando de Henares en una leyenda.
Inaugurada en diciembre de 1987, Attica fue una de las primeras grandes catedrales del techno y el bakalao en la Comunidad de Madrid. Situada en el kilómetro 15 de la antigua carretera N‑II, la sala se convirtió rápidamente en un hervidero de tendencias, sonidos y libertades. Era un lugar donde no importaban las etiquetas, solo la música, el ritmo y la intensidad de vivir la noche hasta el mediodía siguiente.
El local contaba con espacios diferenciados —como el recordado “Infierno”— y ofrecía sesiones de techno, makina, hardcore y funky en un ambiente hedonista, explosivo y profundamente contracultural. Attica fue, junto con otras catedrales de la época, parte esencial de la Ruta del Bakalao desde su versión madrileña. La pista no cerraba. El espíritu no dormía.
A pesar de su cierre legal en 1995, el nombre de Attica nunca desapareció de la memoria colectiva. Fue, y sigue siendo, una de las marcas más influyentes del imaginario electrónico español. Durante las últimas décadas, su legado ha revivido a través de fiestas remember, aniversarios y tributos impulsados por su comunidad de fieles y promotoras como 2M Group, que mantienen viva la llama.
La última gran cita tuvo lugar en marzo de 2025 con el 38º aniversario en LAB Madrid, un éxito rotundo que reafirmó lo que muchos ya sabían: Attica sigue viva en quienes la bailaron, la sufrieron, la amaron.
27 de septiembre: Attica vuelve a encender la noche
Ahora, con la fecha del 27 de septiembre marcada en rojo en el calendario, Attica vuelve a LAB Madrid para otra noche de culto. Aunque el cartel aún no se ha revelado, ya se han puesto a disposición invitaciones gratuitas para los más rápidos, un gesto que anticipa una nueva cita histórica. La sala LAB, heredera directa de la mítica Macumba, acogerá esta fiesta como un espacio cargado de simbolismo y modernidad.
No se trata de un simple remember. Es una continuidad. Un testigo que se pasa de generación en generación para mantener viva una manera de entender la música electrónica y el clubbing como formas de expresión, liberación y comunidad.
Una noche que no necesita presentación
En un tiempo de algoritmos y festivales efímeros, Attica representa la esencia: música que late desde las tripas, luces que cortan el aire, noches que no terminan con el amanecer. No importa si la viviste o solo la conoces por lo que te contaron. El 27 de septiembre tendrás la oportunidad de entender por qué Attica no fue una discoteca más. Fue, y sigue siendo, una forma de vida.
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